Fundación Loma Negra – Brindar la oportunidad

En Boletín GDFE, noviembre de 2015

Este año se lleva a cabo la tercera edición del programa “Capacitar”, a través del cual el Comité de Incentivo al Voluntariado e Interacción con la Comunidad (CIVICO) de San Juan, junto a dos universidades, ofrece cursos de capacitaciones en oficios urbanos con el objetivo de mejorar la empleabilidad de jóvenes y adultos.

Representantes de la Fundación Loma Negra explicaron que el programa “Capacitar”, impulsado por el CIVICO de San Juan, consiste en la gestión, dictado y organización de capacitaciones tendientes a desarrollar las capacidades de empleabilidad de los jóvenes de La Bebida y Marquesado, las dos localidades cercanas a la planta de la compañía.

De esta manera, se realizan cursos referidos a oficios urbanos, como el cuidado de niños y adultos mayores, espacios verdes y jardines, gestión en servicios generales, computación y talleres de herrería, mosaiquismo y técnicas de limpieza. Y si bien el programa está dirigido principalmente a jóvenes de entre 18 y 20 años, también participan personas más grandes.

“Este año hicimos un proyecto bianual, por lo que están planificadas las actividades que se van a desarrollar este y el año que viene. Una de las modificaciones que realizamos durante el 2015 es que los cursos se dictaran en forma simultánea en ambas localidades. Así, ampliamos la cantidad de beneficiarios”, explica Sebastián Rossi, coordinador de Proyecto.

Los principales aliados para el desarrollo del proyecto son: la Universidad Católica de Cuyo (UCCuyo), mediante la Secretaría de Extensión, y la Universidad Nacional de San Juan. Además, se fueron sumando clubes y uniones vecinales que hoy funcionan como sedes para el dictado de clases.

La UCCuyo le brinda un valor fundamental a los proyectos de extensión, al permitir la vinculación de la universidad con personas de muy bajos recursos y escasa o nula formación secundaria que de otra manera difícilmente se vincularían con la oferta formal. “Esto permite hacer lectura de las necesidades que tiene la comunidad y ofrecer otro tipo de servicios educativos a jóvenes y adultos que buscan formación”, destaca María Victoria Bustamante, técnica de Proyecto.

A su vez, Bustamante, quien participó como capacitadora de algunos cursos, señala que “la experiencia es muy grata ya que los jóvenes que se inscriben están ávidos de recibir todo tipo de aportes a nivel laboral pero sobre todo contención y orientación personal y familiar”. De esta manera, como psicóloga, logró observar cómo impacta en sus vidas vincularse con un proyecto que los posiciona en otro lugar.

En la comunidad, el programa “Capacitar” ha tenido muy buena recepción. Si bien hay un cupo de entre 30 y 50 alumnos por curso, muchas personas se anotan para participar. “He participado de las tres ediciones. Te involucran tanto en los cursos que empezás en uno y terminas yendo a todos. Tengo 31 años, y hoy estoy cuidando a una nena gracias al curso que hice. Además, las charlas ayudan a desarrollarte mucho en todos los aspectos”, declara Verónica Páez.

El principal desafío que afrontan en este momento es lograr datos concretos del porcentaje de alumnos que pasaron por “Capacitar” y hoy se encuentran trabajando gracias a la formación que recibieron. “Sabemos que tenemos que seguir trabajando ya que a nivel profesional y personal es un gran desafío porque el proyecto sufrió algunas dificultades –explica Bustamante- Sin embargo, eso nos da fuerza para seguir trabajando y brindar respuestas a los jóvenes con la mayor responsabilidad, sinceridad y compromiso posibles”.

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