En Boletín GDFE, diciembre de 2015.
En el marco del Grupo de Afinidad en Salud y Bienestar Humano, del Grupo de Fundaciones y Empresas (GDFE), la Fundación Aequus presentó el 18 de diciembre el Mapa de la Salud en Argentina. Allí, médicos especialistas en medicina familiar, se explayaron sobre una propuesta relacionada a la atención primaria de la salud orientada a la comunidad. Y ampliaron sobre la estrategia.
La reunión se llevó a cabo en la sede institucional, con la participación de representantes de fundaciones y empresas que invierten socialmente en este campo, y con los objetivos de: presentar la situación socio sanitaria de la Argentina y la generalidad de acciones sanitarias; visibilizar poblaciones y problemáticas poco identificadas y presentar estrategias para su abordaje. Disertaron: la doctora Ana Aymat, quien se desempeña en docencia e investigación en la Fundación; y el doctor Patricio Jorge Cacace, quien es el director de la institución. La entidad, trabaja para promover el desarrollo de la medicina familiar en América Latina; sus acciones apuestan lograr un acceso equitativo para todas las personas al sistema de salud.
Al iniciar la charla los especialistas remarcaron que “la situación de salud de las poblaciones se vincula fuertemente con las condiciones de vida y con el acceso a servicios de salud de calidad”. Enfatizaron además que “el nivel de desarrollo entre las provincias argentinas no es homogéneo lo cual implica la necesidad de trabajar por una mayor equidad para que todos los individuos tengan la posibilidad de alcanzar una condición de vida tal que les permita realizar su máximo potencial”.
En este sentido, la región del norte del país presenta grandes necesidades. Según datos del INDEC del Censo de 2010, entre el 20% y el 50% de los hogares no cuenta con agua domiciliaria. Concentra, a su vez, el mayor porcentaje de hogares sin heladera. Si la mirada se detiene en los recursos en salud, la situación no varía: 1,58 es la proporción de médicos cada mil habitantes en la región del noreste -mientras que en la región centro, es de más del doble; más de la mitad de la población del noreste, el 50,9%, no está cubierta con una obra social -porcentaje que en la región centro alcanza a menos del 33%.
Pero además el Mapa incluye otras lecturas relacionadas a las fallas en el sistema sanitario, en la prevención, en el control y la conciencia social, entre otros ítems. Y más adelante, se focaliza en la “Agenda de la niñez” con números que alertan, aportados por UNICEF: 68% de los chicos de entre 0 y 4 años no accede a servicios educativos ni de cuidados; 60% de las muertes neonatales se podrían prevenir; 30% de los chicos de entre 13 y 15 años tienen sobrepeso; cada 10 minutos una adolescente se convierte en mamá; 1 de cada 5 chicos vive en un hogar con necesidades básicas insatisfechas.
La exposición avanzó luego con el análisis de los problemas de salud. Allí observaron que “la mayor parte del presupuesto de salud se concentra en tratamiento de los efectos y en el tratamiento especializado”. Señalaron que suele focalizarse en “la punta del iceberg”, en el “daño”, es decir en los “signos y síntomas” (manejo paliativo) sin “ver” “factores de riesgo”, “estilos de vida”, ni aquellos “determinantes sociales” (promoción de la salud) que conforman la base. Sobre ellos, explicaron que fueron definidos por Marc Lalonde como: “estilo de vida, biología humana, sistema sanitario y medio ambiente”. “Son infuenciados por las circunstancias sociales, políticas y económicas en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, explicando las diferencias injustas y evitables observadas en y entre países en materia de salud”, completaron.
A la hora de pensar cómo las fundaciones y empresas podrían colaborar, los especialistas se refirieron a una propuesta que abraca estas cinco cuestiones: “visibilizar poblaciones silentes (`silenciosas´) para los servicios sanitarios, visibilizar problemáticas no abordadas pero que emergen como causas de muerte en los indicadores, resignificar la importancia que tienen los determinantes o condicionantes sociales en la génesis de colectivos enfermos, favorecer el desarrollo de ambientes saludables, y resignificar el concepto de autocuidado y autonomía”. La estrategia, revelaron, es “la atención primaria de la salud orientada a la comunidad” (APOC).
Dejaron también a los participantes un listado de preguntas disparadoras que facilitan acercarse a esta estrategia: ¿Cuál es el estado de salud de la comunidad? ¿Cuáles son los factores responsables? ¿Qué actividades se desarrollaron hasta ahora desde la propia comunidad y desde los servicios de salud? ¿Qué se puede hacer y cuál sería el impacto de esas acciones? ¿Qué medidas serían útiles para que la comunidad se apropie del proyecto? ¿Qué medidas serían adecuadas para dar continuidad al proyecto?
Por último, subrayaron la importancia de “adoptar políticas sanitarias coherentes y sustentables, considerando el concepto de la Atención Primaria de la Salud, no sólo como un primer nivel de atención, sino también como una `organización de servicios integrados´ en donde cada uno sea actor, partícipe y responsable de los resultados”; así como también contar con un equipo de trabajo con habilidades: “epidemiológicas, clínicas, comunicacionales, de gestión, de ciencias sociales y del comportamiento”.