El especialista Alieto Guadagni participó en el Ciclo de Encuentros con referentes clave del GDFE. Durante la charla, realizada con el apoyo de la Fundación ICBC, dialogó con representantes de empresas y fundaciones donantes sobre el estado de situación de la educación en el país, sus puntos críticos, avances, mejoras y aportes posibles del sector privado. La cita fue el 11 de agosto, en un salón de la Torre ICBC, ubicada en Puerto Madero.
Guadagni es economista graduado en la Universidad de Buenos Aires, y doctorado en la Universidad de California (Berkeley). Tuvo a su cargo las carteras de: Recursos Hídricos, Relaciones Económicas Internacionales e Industria Comercio y Minería. Fue Embajador de Argentina en Brasil y ha sido uno de los hombres que contribuyó a articular el Mercosur, entre otros desempeños. Es miembro de la Academia Nacional de Educación; consejero del Instituto Di Tella y profesor de los cursos de postgrado de la Universidad; director del Centro de Estudios de la Educación Argentina de la Universidad de Belgrano. Y la lista sigue…
Comenzó su disertación ampliando sobre “los problemas de la educación primaria”. Ellos son, puntualizó, “una profunda desigualdad, el incumplimiento de las leyes y el retroceso en el ámbito Latinoamericano”.
El economista sostiene que hay “una doble desigualdad”: “Una regional: el NOA, el NEA, que están por debajo de la zona Centro, de Cuyo, la Patagonia y la Capital Federal. Y otra a nivel de los sistemas público y privado”.
En tanto sobre el incumplimiento de las leyes, señaló: “Tenemos, por ejemplo, el caso de la Ley de Financiamiento Educativo que obligaba a 2010 a tener el 30 por ciento de los chicos en jornada extendida. En el Conurbano está el 2%. El promedio nacional es 9%. Mientras que Chile -que no es un país más rico que la Argentina- tiene el 100% en jornada extendida. Otro caso es la burla que hay a la Ley de Calendario Escolar, que fijó un mínimo de 180 días de clase con la meta a 190”.
Pasó luego al tercer punto, el retroceso: “La UNESCO hizo una serie de evaluaciones (tres en total) en primer y tercer grado. En la primera, Cuba salió primero y la Argentina segunda. En la tercera prueba, Cuba no se presentó y la Argentina salió novena”.
En su análisis sobre la educación secundaria también encontró que la primera característica es la desigualdad: “El Gran Buenos Aires ha venido derrumbándose en los últimos 20 años y hoy prácticamente está al nivel de las provincias del NOA y NEA”.
La otra característica, según el especialista, es el retroceso: “En relación con esto, destaco dos cosas de la prueba PISA. La primera es que, en el mundo, no sabe Matemática el 23% de los adolescentes. En Shanghai, el 4%; en Corea, el 9%; en la Argentina, el 66%. Pregunto: ¿qué inversiones va a haber en un país donde la gente no sabe Matemática? La segunda es tan preocupante como la primera, el ausentismo. ¿Saben cuántos alumnos faltaron a clase en los últimos 15 días? (al momento de realizarse la encuesta, en 2012) En China, el 3%; en Chile, el 12%; en Brasil, el 22%; en Argentina, el 55%. País líder en ausentismo escolar”.
“La universidad argentina tiene tres características: no tiene graduados, no tiene graduados en ciencia y tecnología, y no hay gente pobre en la universidad”, resumió. “Si uno mira la franja etaria de los 30 años -sumó- tienen graduación universitaria en la Argentina alrededor del 10%; mientras que Chile ya está en el doble”.
Para Guadagni un tema clave (y sobre el que volvió en varios momentos de la charla) es el sistema de graduación secundaria. “La Argentina es el único país de importancia del mundo, que yo conozca, que no tiene sistema de graduación secundaria. No hay peor agravio al futuro de la gente humilde que el ingreso irrestricto”, remarcó.
Sus reflexiones dieron pie a un intercambio fluido con los asistentes, quienes compartieron con el experto las iniciativas que impulsan, principalmente aquellas a través de becas y tutorías, en distintos niveles, como también de capacitación en oficios con salida laboral. En ese marco, le consultaron dónde, en su opinión, deberían concentrarse los esfuerzos: “No lo dudaría, la beca para la finalización del secundario. Por una razón, no hay sustitutos. Para becas doctorales hay muchas fuentes de financiamiento. Perfeccionaría ese sistema y trataría de fortalecer todo lo que tiene que ver con el acceso a las carreras científicas y tecnológicas. Becas de chicos que quieran estudiar Física, Química, Matemática…”.
“Otra cosa que hay que hacer -subrayó- es `copiar´ el Fondo de Solidaridad. Los uruguayos tienen el 20 por ciento de los estudiantes universitarios de la República becados con 280 dólares por mes. Lo financian los graduados, que por 25 años de su vida, después del quinto año de recibidos en la universidad gratuita, destinan 150 dólares por año, para ese Fondo”.