Por Gustavo Castagnino, presidente de GDFE
Este 2025, el Grupo de Fundaciones y Empresas (GDFE) cumple 30 años. Treinta años promoviendo la inversión social privada y articulando esfuerzos entre empresas y fundaciones para contribuir al desarrollo del país. Pero en un contexto de fragmentación y falta de coordinación, se hace cuesta arriba cualquier intento de transformación profunda. Y en este sentido, sabemos que hacer algo junto a otros no es suficiente.
El verdadero desafío es alinear esfuerzos en torno a los temas más urgentes y estratégicos. Transformar buenas intenciones en impactos duraderos. Y eso es lo que buscamos al consolidar al GDFE como una plataforma de acción colectiva para el bien público. Una plataforma que no solo impulse proyectos concretos, sino que también articule voluntades, movilice capacidades y fomente una nueva cultura de colaboración en el sector privado. Porque, si algo nos ha enseñado este recorrido, es que el impacto más profundo no lo logra una empresa o una fundación en soledad, sino en alianza con otros actores.
En este camino, queremos reconocer y potenciar las mejores prácticas de acción colectiva que están marcando la diferencia en Argentina. Existen experiencias donde las empresas han logrado trascender la lógica de la responsabilidad social tradicional y generar soluciones de impacto sistémico. Casos en los que las fundaciones han dejado de actuar de manera aislada para tejer redes con otros sectores y abordar problemas complejos con una mirada integral. En GDFE creemos que esas experiencias deben ser visibilizadas y replicadas. Porque si logramos consolidar modelos efectivos de articulación multiactoral y convertirlos en referencia, podemos acelerar la transformación que el país necesita.
La acción colectiva: más que colaboración, una estrategia para el cambio
Cuando hablamos de acción colectiva, no nos referimos solo a proyectos compartidos o alianzas puntuales. La acción colectiva implica algo más profundo: identificar los desafíos prioritarios, consensuar objetivos y movilizar a diversos actores en torno a soluciones sostenibles y escalables.
La dispersión de esfuerzos ha sido uno de los mayores obstáculos para lograr un impacto real. Muchas iniciativas valiosas quedan aisladas, sin la escala necesaria para generar cambios estructurales. El reto es transformar la inversión social privada en una fuerza coordinada, que no solo actúe en múltiples frentes, sino que lo haga con una estrategia común.
Este año, en GDFE queremos ser el espacio donde esa articulación ocurra, facilitando procesos que permitan a empresas y fundaciones sumar capacidades y recursos para potenciar su impacto. Para ello, desplegaremos una agenda concreta con iniciativas clave.
Convocaremos a nuestros socios y a referentes de distintos sectores en encuentros de diálogo y entrevistas estratégicas para diseñar juntos esta plataforma de acción colectiva, identificando prioridades y consensuando estrategias. Crearemos un consejo de expertos, donde líderes del sector privado, la sociedad civil y la academia contribuirán a definir las mejores prácticas y metodologías de articulación.
Lanzaremos “Quién es quién de la inversión social privada”, una plataforma digital interactiva que mapeará iniciativas, actores y áreas estratégicas, fortaleciendo la articulación y evitando la fragmentación de esfuerzos. También presentaremos el podcast “GDFE 30 años”, una serie de seis episodios en los que referentes del sector dialogarán con especialistas sobre el futuro de la inversión social y la acción colectiva en Argentina.
A una década de la última edición, actualizaremos la Guía de Inversión Social Privada, un recurso clave con herramientas para la articulación multiactoral y estrategias para superar las barreras institucionales que limitan la colaboración efectiva.
Además, cada una de nuestras iniciativas tradicionales —la Mesa de Educación, el Laboratorio Público-Privado (LAB), Finanzas para el Bien Público (FBP), el Ciclo de Diálogo en el IAE y las iniciativas de fortalecimiento de la sociedad civil— estarán atravesadas por esta nueva impronta, integrando sus aprendizajes y desafíos a la construcción de la plataforma de acción colectiva.
Un llamado a poner nuestros dones al servicio del bien común
Ninguna transformación real ocurre en soledad. Como sociedad, hemos naturalizado la idea de que la responsabilidad de resolver los grandes problemas recae exclusivamente en el Estado o en la sociedad civil. Pero el sector privado tiene un rol fundamental que va más allá de la filantropía o la responsabilidad social: tiene la capacidad de movilizar recursos, conocimientos y redes para generar soluciones estructurales.
Este año, queremos hacer un llamado a empresarios, directivos y filántropos: pongamos nuestras capacidades y talentos al servicio del bien común. No se trata solo de hacer más, sino de hacer mejor y juntos.
Los 30 años del GDFE no son solo un aniversario, sino una oportunidad para redefinir nuestro rol y nuestra contribución al país. La pregunta no es qué puede hacer cada uno por separado, sino cómo podemos articularnos para generar cambios que perduren en el tiempo.
¿Estamos listos para dar ese paso?