En Boletín GDFE, agosto de 2015.
Líderes de empresas y fundaciones donantes socias del GDFE, quienes integran el Consejo Estratégico Consultivo, tuvieron su reunión anual donde brindaron sus visiones, reflexiones y sugerencias de acciones, que delinearán el rumbo estratégico del GDFE. El encuentro fue realizado el 20 de agosto, en la ciudad de Buenos Aires, con el apoyo de la Fundación Deloitte. Y contó con tres prestigiosos oradores: Jorge Born, presidente de la Fundación Bunge y Born, quien acercó “Una mirada global de la inversión social”; Silvia Gold, presidente de la Fundación Mundo Sano, que se refirió a la experiencia internacional de la entidad; y Carlos Haehnel, presidente de la Fundación Deloitte, que presentó el Índice de Progreso Social.
“Estamos aquí porque sentimos un compromiso con la comunidad en la que hacemos nuestros negocios, en la que vivimos, en la que criamos a nuestros hijos y nietos. Un compromiso que nace de nuestra moralidad. No nos basta con estar bien; queremos que el otro también esté bien. Trabajemos con ese espíritu de querer aportar este granito de arena. ¡Feliz jornada para todos!”, expresó en las palabras de bienvenida Carlos Haehnel, presidente de la Fundación Deloitte y ex CEO LATCO Deloitte.
Junto a él, el presidente del GDFE, Ludovico Videla, recordó que “el Consejo fue constituido para reflexionar sobre una visión más estratégica de lo que queremos hacer como Grupo” y propuso a los Consejeros considerar en la reunión la oportunidad de impulsar entre los socios un proyecto común. “Está vinculado con la facilidad que da la Ciudad de Buenos Aires a través del Mecenazgo, por el cual aprueba un proyecto cultural que, una vez aprobado, se financia por pagos a cuenta de ingresos brutos que tienen los aportantes importantes de la Ciudad, mucho de los cuales están sentados acá y son socios del GDFE”. Y añadió: “Hay un edificio simbólico, un monumento histórico de altísima visibilidad, que necesita ser restaurado y es la Manzana de las Luces”.
Comenzó Born, acercando numerosos datos del contexto internacional. Particularmente hizo referencia al Index of Global Philanthropy detallando las fuentes y magnitudes de los flujos privados hacia el mundo de desarrollo. Contó que el total donando en filantropía del mundo desarrollado hacia el mundo en desarrollo durante el 2011 fue de 59 mil millones de dólares. De esos flujos, detalló, América Latina solo recibió el 4 %; 80 % fueron a África, y el 16 por ciento restante, a Asia.
“Teniendo en cuenta el impacto potencial que pudieran tener las filantropías mundiales en nuestro país –continuó- se me ocurren tres grandes bulevares de acción para diseñar un ecosistema de filantropía local, con visión estratégica que podamos ejecutar con apoyo internacional”. La primera de las tres propuesta de Born consiste en agrupar miembros del GDFE que se especializan en áreas sociales similares, y desarrollar “visiones estratégicas comunes por sectores, según sus necesidades, analizando cuál podría ser el rol de la filantropía en aportar soluciones específicas, identificando campos de acción a priorizar, mediante el esfuerzo conjunto de los miembros del Grupo que actúan en ese sector”. En segundo lugar, sugirió “seleccionar proyectos de los miembros del GDFE, que puedan ser compartidos, que tengan un tamaño suficiente como para atraer inversores sociales externos, que sean medidos, expandidos y replicables; que apunten a resolver en forma conjunta entre los miembros activos de ese particular campo de acción, alguna situación estratégica identificada en el ejercicio del punto anterior”. Y en tercer lugar, “establecer por medio del GDFE vías de comunicación y contacto con entidades financieras del exterior”, entre otros actores filantrópicos internacionales claves, “para proponerles participar junto con miembros del GDFE de un proyecto que contribuya a apuntalar alguna situación identificada en el análisis del ecosistema de la filantropía local”.
Tras su presentación tomó la palabra Gold, quien recorrió la historia y fundamentalmente la experiencia internacional de la Fundación Mundo Sano: “Nos dedicamos a mejorar el acceso a la salud de las poblaciones afectadas por las llamadas enfermedades desatendidas. Estas enfermedades son globales, y la forma de entenderlas y pensar en soluciones tiene que ser necesariamente global. Pero al mismo tiempo nosotros trabajamos fundamentalmente en terreno. Generar en terreno conocimiento a partir de la investigación de campo, generar evidencia que permita contribuir en políticas públicas en salud y en este sentido cuánto más amplios y más globales sean los espacios de toma de decisiones en la salud mayor va a ser el impacto que podamos lograr con nuestro trabajo”.
“Para nosotros, hoy, el crecimiento, es encontrar los socios locales que nos puedan ayudar -resaltó Gold- Además de estar en congresos internacionales, tenemos presencia en reuniones técnico políticas del ámbito, concretamente son las de la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud, y también participamos en el Foro Global de Investigación e Innovación en Salud. Por otra parte, formamos parte de alianzas internacionales, algunas de ellas muy importantes”. “Sumo a la invitación de Jorge, esta experiencia -concluyó- y decirles que somos muy bien recibidos como fundación latinoamericana. Por eso creo que tenemos que animarnos más, estar más y ocupar más el espacio que hay”.
Luego Haehnel presentó Índice de Progreso Social (2014) impulsado por Deloitte, la Fundación Avina, entre otros actores. Allí resumió sus conclusiones. Una de ellas es que “hay una correlación con el ingreso per capita en los niveles bajos, con el desarrollo social; correlación de 0.85; y que en niveles medios y altos, el ingreso per capita no necesariamente se relaciona con el progreso social, y aparecen necesidades que no son comparables con el ingreso”. ¿Cómo está Argentina en la tabla? Aparece en el puesto 42 con 70.59. Los primeros lugares los ocupan Nueva Zelandia, con 88.24; y Suiza, con 88.19. De Latinoamérica, lideran Costa Rica, que se ubica en el puesto 25, con 77.75; y Uruguay, en el siguiente, con 77.51; y un poco más lejos, en el 30, Chile con 76.30.
Más adelante Haehnel se refirió a los desafíos de la sociedad civil: “Creo que hay una dificultad cultural para actuar en conjunto, y una superposición de esfuerzos para un mismo objetivo que evita crear masa crítica necesaria que nos permita ser más eficientes. También hay una ausencia de planificación coordinada dirigida a un objetivo común y a consecuencia de esto una debilidad institucional para peticionar a las autoridades. Hay una ausencia genuina del lobby del bien. Es urgente para mí, entonces, la federación efectiva de las ONGs. Eso podría ser la preparación de lo que llamo: un master plan del bien”.
El almuerzo continuó con un productivo diálogo, donde los Consejeros manifestaron el valor de impulsar una iniciativa conjunta de impacto, así como de trabajar en pos de la oportunidad, puesta en evidencia en las disertaciones, de tener un mayor protagonismo y relacionamiento en el contexto de la filantropía internacional.